La Comisión Europea ha presentado este mes un marco estratégico de cara a mejorar la seguridad y la salud en el trabajo en Europa en los próximos años, centrado en mejorar la aplicación de las normas de seguridad ya existentes y ayudar especialmente a las pequeñas y a las microempresas para garantizar planes de prevención de riesgos eficaces y atender los desafíos que plantean las nuevas tecnologías como los nanomateriales y el envejecimiento de la fuerza laboral.
Más de tres millones de personas en la UE son víctimas de un accidente serio en el trabajo que les obliga a ausentarse de su puesto más de tres días y 4.000 trabajadores mueren cada año en accidentes laborales, ha recordado en rueda de prensa el comisario de Empleo, Andor László, que ha puntualizado que los accidentes y enfermedades ligadas al trabajo afectan a “todos los sectores”, si bien el mayor número de muertes se da en el sector de la construcción.
“Obviamente no es una solución no construir. Necesitamos lugares de construcción seguros, métodos de construcción seguros y esto es lo que tenemos que desarrollar y mejorar las prácticas que existen y la aplicación de las normas. Muchas veces se trata sólo de mejorar la aplicación de las normas existentes sin que hagan falta ideas o medidas adicionales”, ha subrayado.
El marco estratégico del Ejecutivo comunitario, que se revisará en 2016, busca contribuir a mejorar la calidad del trabajo y la satisfacción laboral, mejorar la productividad y competitividad de compañías, especialmente de pequeñas empresas, así como mejorar la sostenibilidad de los sistemas de Seguridad Social, ha resumido Andor, que ha insistido en que invertir en prevención de riesgos laborales conlleva beneficios para los trabajadores, las compañías y la propia economía al contribuir a “más productividad y menos costes de salud”.
Así por ejemplo, los 460 millones de días que los trabajadores se han ausentado del trabajo por enfermedad en Alemania han provocado una pérdida del 3,1% del Producto Interior Bruto del país, mientras que en el Gobierno británico ha tenido que desembolsar 2.381 millones de libras (2.935 millones de euros) de costes de seguridad social atribuidos a enfermedades y accidentes, sólo en el año fiscal 2010/2011.
Mientras, cada euro invertido en prevención produce retornos en beneficios del orden de 1,29 y 2,89 euros, según estudios que manera el Ejecutivo comunitario. El Ejecutivo comunitario ha aclarado que “no parten de cero” tras recordar que gracias a la anterior estrategia comunitaria en la materia aprobada en 2007 “todos” los Estados miembros cuentan con estrategias nacionales de seguridad y salud adaptadas al contexto nacional y ha permitido reducir “significativamente” las bajas superiores a los tres días en el trabajo por accidente serio, un 27,9%. “Pero claramente hay que hacerlo mejor”, ha insistido Andor.
En primer lugar, el Ejecutivo comunitario plantea la necesidad de “coordinar las normas” a nivel europeo para garantizar “niveles de protección elevadas” para todos los trabajadores “con independencia de donde trabajan”, así como para garantizar que las empresas tiene “el mismo marco equitativo” y se evitan normas “completamente
diferentes” en los Veintiocho Estados miembros.
APOYAR A PEQUEÑAS EMPRESAS Y MEJORAR INSPECCIONES NACIONALES
Bruselas identifica como uno de los principales desafíos en los próximos años la prevención de las enfermedades y accidentes laborales mejorando la aplicación de las normas, especialmente mejorando y apoyando la capacidad de las pequeñas y microempresas para establecer planes de riesgo eficaces y estrategias de prevención de riesgo, incluido a través de una plataforma online sobre instrumentos de prevención y simplificar la legislación para reducir la carga burocrática innecesaria para ellas.
Fuente: osalan.net