Los españoles son los ciudadanos más preocupados por el cambio climático o el calentamiento global, según el informe Global Views on the Environment 2018 de IPSOS Global Advisor, que recoge los resultados de una encuesta sobre los principales problemas ambientales llevada a cabo en línea a más de 20 000 personas de 28 países. Este aspecto es la mayor preocupación para los españoles: un 45 % —casi 1 de cada 2— lo señala como el problema principal, seguido de la contaminación del aire (35 %) y la eliminación de los residuos (30 %). En el cómputo a escala global, también son estas tres problemáticas las que más inquietud suscitan, pero empatadas en cuanto a grado de preocupación, con un 30 %.
Tras el primer puesto de España liderando la lista de países que señalan el calentamiento global o el cambio climático como el número uno de los problemas medioambientales, se encuentran los surcoreanos (44 %), franceses (40 %), peruanos (39 %), canadienses (39 %), chilenos, suecos y estadounidenses (los tres con un 37 %).
El análisis revela que la vasta mayoría (87 %) de la población encuestada cree que el cambio climático está ocurriendo de algún modo, frente a un 7 % de escépticos y a otro 7 % que dicen no saberlo. En el caso de España, son más los convencidos (89 %), el porcentaje de escépticos es igual (7 %), mientras que los que ignoran si está sucediendo el calentamiento global o el cambio climático son menos (5 %).
Un 22 % de la población global que opina que el cambio climático es una causa derivada únicamente de la actividad humana, un 34 % piensa que es un fenómeno causado principalmente por el hombre y un 28 % se decanta por que la responsabilidad está repartida a partes iguales entre los procesos naturales y la actividad humana. El reparto de las opiniones de los ciudadanos españoles sobre estos tres puntos es: 20 %, 42 % y 27 %, respectivamente.
La comparativa entre las respuesta de los españoles y el cómputo global de las contestaciones de los países que han participado en la encuesta sobre las principales cuestiones medioambientales es la siguiente:
A escala global, el cuarto y quinto aspectos ambiental más inquietantes para la población son la contaminación del agua y las fuentes y suministro futuro de energía, ambos con un 24 %. A estos les siguen la deforestación (23 %), la degradación de los recursos naturales (21 %) y la sobrepoblación, la conservación de la vida silvestre y la baja calidad del agua potable (estos tres últimos, con un 13 %).
En el ranking de las cuestiones que más preocupan a los españoles, el cuarto puesto lo ocupa la degradación de los recursos naturales (29 %), seguida de la deforestación (27 %), las fuentes y suministro futuro de energía (25 %) y las emisiones (17 %).
Inundaciones y erosión del suelo, las cuestiones menos preocupantes
Apenas 1 de cada 10 españoles (13 %) está preocupado por la contaminación del agua o el exceso de envasado de los bienes de consumo (11 %), y menos aún por la sobrepoblación (7 %), las inundaciones (6 %) o la erosión del suelo (5 %).
De igual modo, las inundaciones (12 %), los bienes de consumo con exceso de envasado (11 %) y la erosión del suelo (6 %) también se encuentran entre los problemas ambientales que menos preocupan a escala global, junto con las emisiones (12 %).
Las conclusiones del informe se derivan de una encuesta realizada online entre el 23 de marzo y el 6 de abril de este año a 20 794 ciudadanos de 28 naciones, de edades comprendidas entre los 16 y los 64 años. El número de españoles que contestaron a la encuesta fue de cerca de 1000. Según los autores del estudio, «los datos se ponderan para que coincida con el perfil de la población». De los 28 países encuestados, 17 generan muestras representativas a nivel nacional en sus países, entre los que se cuenta España. En el caso de otras naciones como Turquía, «se produce una muestra nacional que se considera representativa de una población más afluente y conectada. Estas muestras siguen siendo un grupo social vital para comprender comportamientos en estos países, ya que representan a una importante y emergente clase media».
Fuente: Mercados de Medio Ambiente