Más de 100 delegados se unieron a la organización mundial de la salud (OMS) en el desarrollo de una sesión en Berlín, en la que se debatieron cuestiones relacionadas con la cultura de la seguridad alimentaria, considerando la seguridad de los alimentos en los servicios y en comidas, retos, oportunidades y factores clave.
En concreto, en este encuentro se consideró la importancia que representa la falta de seguridad en cuanto a las tareas de producción y manipulación de alimentos, considerando la amenaza global que representan.
La sesión dió comienzo mediante una introducción estadística en la que se sentaron las bases que reflejan el grado en el que se producen brotes y enfermedades mediante la transmisión por medio del agua en Europa. Considerando datos del informe de la autoridad europea de seguridad alimentaria (EFSA) y del centro Europeo de prevención y control de enfermedades (ECDC), destacando la importancia de una serie de datos en la Unión Europea (2013)
- 5.196 brotes desarrollados por la ingesta de alimentos y agua
- 43,183 casos humanos
- 5.946 hospitalizaciones
- 11 muertes
Entre estos datos, un 22.2% relaciona los brotes con restaurantes, cafeterías, hoteles, pubs y bares (EFSA Journal 2015; 13(1):3991) lo cual afecta negativamente a las empresas, especialmente hoy día cuando los flujos de información son mucho mas rápidos y alcanzan con mayor facilidad la reputación de las empresas.
Con la finalidad de asegurar que tanto la seguridad como la alimentación de los consumidores, así como para proteger a las empresas y marcas, algunas de las áreas que es necesario tratar, incluyen:
La necesidad de un enfoque mas coordinado en toda la cadena de suministro de alimentos, es evidente. Al mismo tiempo, es necesario el desarrollo de procesos de evaluación y gestión de riesgos, destacando los brotes de enfermedades transmitidas por alimentos, siendo necesario tener en cuenta una serie de datos:
- Pérdida de 33 millones de años de vida sana
- Desarrollo de enfermedades en 1 de cada 10 personas
- 420.000 muertes
Estos datos no reflejan la disparidad entre grupos de edad , o las diferencias desarrolladas en relación a las zonas ricas y pobres. Los niños, representan tan sólo el 9% de la población mundial, aunque sin embargo, éstos son quienes sufren el 38% de las enfermedades transmitidas por medio de los alimentos.Cada año, las enfermedades diarréicas representan más de la mitad de la carga de la enfermedad, y la tifoidea Salmonella una de las que causa más muertes.
En estos casos, los servicios de comida pueden ayudar en la prevención , pudiendo destacar algunas claves para la inocuidad de los alimentos, siendo acciones simples y lógicas que han de llevarse a cabo por todos los involucrados en la industria del servicio de alimentos.
El problema está en la raíz de los fallos en la seguridad alimentaria, aunque hay una combinación de factores. En su mayoría, a industria de la alimentación se basa en comportamientos de adhesión, acciones personales que han de llevarse a cabo por cada individuo de forma coherente. Sin embargo, en una industria verdaderamente internacional, las empresas y organizaciones se enfrentan a otras barrearas, como los empleados.
Además de ello, es necesario tener en cuenta otras cuestiones como aspectos culturales, que no siempre se traducen en el cumplimiento de normas de seguridad alimentaria, ya que por ejemplo, en algunos países el uso de termómetros de cocina, o en los refrigeradores, por ejemplo, no es una práctica común.
La formación y la educación son el camino hacia el éxito en combinación con la supervisión, el liderazgo, la motivación y el compromiso de los empleados. La seguridad alimentaria es responsabilidad de todos los miembros de una organización de servicios alimentarios, y debe arraigarse a través de las prácticas empresariales.
En cuanto al significado y comprensión de la Cultura de Seguridad Alimentaria, es necesario tener en cuenta la importancia en la que la cultura afecta a la organización. El éxito de toda empresa depende en gran medida de esta cultura, y va más allá que el concepto de buenos sistemas.
Además, un sistema ha de aplicarse de forma coherente, siendo la base de una cultura organizacional exitosa cuatro pilares:
- Gente
- procesos
- Propósito
- proactividad
Algunos de los aspectos clave serían por tanto, la potenciación de los empleados, la formación y la comunicación, así como la recompensa y el trabajo en equipo.
En relación a los procesos, se analiza como las personas y los procesos son administrados, bien mediante departamentos en los que se trabaja de forma conjunta con objetivos comunes, o mediante de forma individualizada.
El objetivo de éste propósito es conseguir una seguridad alimentaria exitosa para todos, siendo esta un valor fundamental, desarrollado a la par que las mejoras siendo la clave de toda actividad y objetivo de los empleados. En cuanto a la proactividad, es fundamental la comprensión de los clientes, la previsión de riesgos, lecciones de aprendizaje e intercambio de mejoras o mejores prácticas, como factores clave.
Además, se consideró la importancia de la adhesión dentro de un establecimiento de servicio de alimentos y la forma en la que la cultura de seguridad alimentaria constituyen los cimientos de cualquier sistema de gestión de seguridad alimentaria establecido, con la finalidad de mejorar el rendimiento en la industria del servicio de alimentos.
Fuente: mygfsi.com