Las reacciones alérgicas a los alimentos son una preocupación creciente de la industria, consumidores, comunidad científica y legisladores, debido a la mayor aparición de casos de alergias; de hecho, ya afectan al 8% de la población adulta y el 5% de la infantil, suponiendo, en España, un coste sanitario de 940 euros anuales en un paciente adulto, cifra que supera los 1.000 euros en el caso de un niño, según el estudio EuroPrevall, realizado en 25 países europeos.
Respondiendo a estas preocupaciones, AENOR, entidad legalmente responsable del desarrollo de las normas técnicas en España, ha lanzado una colección de normas que permiten detectar la presencia de alérgenos y de ingredientes alérgicos en los productos alimentarios. El objetivo es que los fabricantes del sector agroalimentario conozcan los métodos cualitativos y cuantitativos adecuados, descritos en las normas técnicas, para analizar la presencia de alérgenos en los productos de alimentación, reforzando los controles.
A esta colección, compuesta por ocho normas, se puede acceder a través de la plataforma AENORmás, la nueva aplicación on line puesta en marcha por la Entidad para facilitar el acceso a estos documentos. Entre las normas, por ejemplo, se encuentran las que permiten detectar alérgenos mediante métodos inmunológicos o a través de métodos biológicos moleculares.
Esta colección de normas ayudará a los fabricantes del sector a cumplir con los requisitos del nuevo Reglamento europeo de etiquetado de alimentos que entrará en vigor el 14 de diciembre de 2014, obligando a destacar la información sobre los posibles alérgenos en las etiquetas de los productos. El objetivo del Reglamento de la Unión Europa (nº 1169/2011) es perseguir un alto nivel de protección de la salud de los consumidores y garantizar su derecho a la información.
En concreto, la nueva legislación europea establece que, en los alimentos envasados, la información sobre los alérgenos deberá aparecer en la lista de ingredientes, debiendo destacarse mediante una composición tipográfica que la diferencie claramente del resto de la lista de ingredientes (por ejemplo, a través del tipo de letra, estilo o color de fondo). En ausencia de una lista de ingredientes debe incluirse la mención “contiene”, seguida de la sustancia o producto determinado. Los alérgenos también deberán ser indicados en los alimentos no envasados que se vendan al consumidor final.
Actualmente, hay más de 1.000 normas técnicas relacionadas con el sector agroalimentario, que contribuyen a mejorar la competitividad de las organizaciones, además de garantizar su calidad y seguridad alimentaria.
Fuente: Infocalidad