Todos los que nos dedicamos a esto de asesorar y apoyar a empresas en la aplicación de sistemas de gestión empresarial bajo normas internacionales ISO y similares, nos hemos visto enfrentados en cientos de ocasiones ante la situación de exponerle a un cliente potencial las ventajas y beneficios de trabajar bajo requisitos o recomendaciones ISO, y que finalmente éste nos diga algo como "Ya lo haré cuando me lo exijan" o "¿Para qué lo voy a hacer si nadie me lo exige?"
Es curioso, a los profesionales de este sector a veces nos cuesta comunicarle al Cliente que esto de las "Normas ISO", en general, está diseñado para su aplicación VOLUNTARIA en las organizaciones, pretendiendo establecer una GUIA Y ORIENTACION a favor de esta para que las cosas funcionen mejor en aquello que se alinee con sus propios objetivos, estén estos vinculados con la calidad, la sostenibilidad, la eficiencia en la gestión, la generación de espacios de trabajo seguros, la elaboración o manipulación de alimentos inocuos para los consumidores, etc..
Quizás hay algo que todavía nos cuesta más explicar, las Normas ISO no establecen un ALTÍSIMO NIVEL de exigencia, la gran mayoría de ellas, cuando hacen referencia a SISTEMAS DE GESTION, que no es sino que otra forma de decir COMO HAY QUE HACER LAS COSAS, tan solo pretenden poner un poco de SENTIDO COMUN en el proceder de las organizaciones, siendo un MAGNIFICO manual de instrucciones de cómo aplicarlo a la realidad de una organización si se implementan con buen criterio, de forma personalizada, y con la oportuna implicación real de la propia organización.
Cuando un Cliente me plantea esto, mi respuesta (o pensamiento) es siempre similar, es posible que quizás a la fecha ningún cliente te lo esté EXIGIENDO específicamente, y es que los Clientes muchas veces no exigen NORMAS ISO, exigen un muy buen servicio, un producto que sea respetuoso con el medioambiente, que demuestre que la organización protege la salud de sus trabajadores, exigen "CREDIBILIDAD", exigen muy buen precio, y claro, no solo están los clientes, también tenemos al resto de "partes interesadas" como pueden ser los propios socios, accionistas, empleados, etc., que desde luego antes o después CASTIGARAN la falta de criterio y sensibilidad en el manejo de "COMO SE HACEN LAS COSAS".
Por suerte las Normas ISO están diseñadas y revisadas periódicamente por grandes expertos/as internacionales que plasman en un "MANUAL" las recomendaciones sobre las mejores prácticas internacionales en materia de gestión, de hecho la reciente crisis europea ha demostrado que las empresas, sean PYMEs o grandes corporaciones, que disfrutaban de sistemas de gestión internos bajo Normas ISO han resistido mucho mejor la difícil situación del mercado.
Los que llevamos unos cuanto años en esto, también hemos visto reiteradamente como esos mismo clientes que aplazaban su implicación a la aparición de la exigencia de un tercero, al cabo de un tiempo nos contactaban con EXTREMADA URGENCIA porque estaban a punto de perder, o por desgracia ya lo expresaban en pasado, un gran Contrato / Cliente / Licitación por no disponer de determinada Norma ISO certificada.... (basado en cientos de casos reales...).
Es cierto, la gran mayoría de Norma ISO de gestión, no son OBLIGATORIAS, pero el mercado, es un ser vivo que rara vez en el mediano plazo perdona la ineficacia en la gestión, la falta de calidad en el producto o servicio o la falta de competitividad. Si bien las Normas ISO no son la única solución, desde luego MILLONES DE EMPRESAS en el mundo las han elegido como una guía sólida y fiable en la cual referenciar sus modelos de gestión interna y, de paso, demostrarle a sus Clientes, competidores, empleados, accionistas, etc., que quieren caminar en la buena dirección, en la dirección que hace que la organizaciones sean sólidas y competitivas en el tiempo.
Iván Martínez López
Directivo Intedya Internacional