El comercio internacional de alimentos existe desde hace miles de años, pero hasta no hace mucho, los alimentos se producían, vendían y consumían principalmente en el ámbito local. Durante el último siglo, el volumen de alimentos comercializados a escala internacional ha crecido exponencialmente.
El Codex Alimentarius contiene normas sobre todos los alimentos principales, ya sean elaborados, semielaborados o crudos, destinados a su distribución al consumidor, por tanto, el Codex Alimentarius contiene disposiciones sobre higiene de los alimentos, aditivos alimentarios, residuos de plaguicidas y de medicamentos veterinarios, contaminantes, etiquetado y presentación, métodos de análisis y muestreo, e inspección y certificación de importaciones y exportaciones.
Estas normas alimentarias, directrices y códigos de prácticas internacionales del Codex Alimentarius contribuyen a la inocuidad, la calidad y la equidad en el comercio internacional de alimentos. Los consumidores pueden confiar en que los productos alimentarios que compran son saludables y de calidad, y los importadores, en que los alimentos que han encargado se ajustan a sus especificaciones.
La Comisión del Codex Alimentarius es un órgano intergubernamental conjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la OMS, integrado por 185 Estados Miembros y una organización Miembro (la UE). El Codex lleva en funcionamiento desde 1963 con la finalidad de crear normas alimentarias internacionales normalizadas, destinadas a proteger la salud de los consumidores y asegurar la aplicación de prácticas comerciales justas.
Además, la Comisión del Codex Alimentarius y sus órganos auxiliares se comprometen a revisar, cuando proceda, las normas y textos afines del Codex, con objeto de que se ajusten y respondan a los conocimientos científicos del momento y a otras informaciones pertinentes.
De ahí que, en esta nueva versión publicada recientemente, se haga hincapié en lo referente al compromiso de dirección con la inocuidad de los alimentos, es decir:
- Compromiso de la dirección y de todo el personal con la producción y manipulación de alimentos inocuos.
- Liderazgo para establecer la orientación correcta e involucrar a todo el personal en las prácticas de inocuidad de los alimentos.
- Conciencia sobre la importancia de la higiene de los alimentos por parte de todo el personal de la empresa de alimentos.
- Comunicación abierta y clara entre todos los miembros del personal de la empresa de alimentos, incluida la comunicación sobre desviaciones y expectativas.
- La disponibilidad de recursos suficientes para asegurar el funcionamiento eficaz del sistema de higiene de los alimentos.
Para velar por la eficacia de los sistemas establecidos en materia de higiene la dirección tiene que:
- Garantizar que se informa claramente de las funciones, responsabilidades y autoridades en la empresa de alimentos.
- Mantener la integridad del sistema de higiene de los alimentos cuando se planifican y aplican cambios.
- Verificar que se llevan a cabo los controles y que estos funcionan, y que la documentación está actualizada.
- Garantizar la capacitación y supervisión adecuadas del personal.
- Garantizar el cumplimiento de los requisitos reglamentarios pertinentes.
- Y alentar la mejora continua, cuando corresponda, teniendo en cuenta los avances en la ciencia, la tecnología y las mejores prácticas
Este aspecto de compromiso de la dirección favorece el cumplimiento del objetivo principal del Codex Alimentarius que es proporcionar un marco de principios generales para la producción de alimentos inocuos y aptos para el consumo, al establecer los controles necesarios de higiene y de inocuidad de los alimentos y, cuando corresponda, medidas específicas de control de la inocuidad de los alimentos en determinadas fases de la cadena alimentaria.
Tamara Quintana García
PMO Operaciones Intedya
Área de Seguridad Alimentaria