El Día Internacional contra la corrupción se celebra desde el año 2003, fomentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de frenar y eliminar en todos los países miembros los actos de corrupción por parte de aquellos hombres y mujeres que se aprovechan de un cargo de poder para enriquecerse a cargo de los demás.
Según datos de la ONU, cada año se pagan en sobornos y situaciones similares de corrupción aproximadamente un el equivalente al 5% del producto interior bruto (PIB) mundial. Esta cifra se estima que se incrementa hasta el 10 % en países donde los niveles de corrupción son más elevados.
La corrupción es uno de los fenómenos que más erosiona el desarrollo social y económico de los países, perjudicando más directamente a los más desfavorecidos, pero perjudicando de forma mortal su capacidad de desarrollo económico y reduciendo de forma severa la confianza de los ciudadanos en las instituciones y la calidad democrática.
Índice de percepción de la corrupción (IPC)
El (IPC), es una valoración que realiza anualmente Transparencia Internacional a través de encuestas a la población, para saber la percepción que tiene la gente con respecto a los niveles de corrupción de sus gobernantes o el sector público en general.
La escala de evaluación va desde 0 que indicaría un alto nivel de corrupción a 100 que representa muy bajos niveles de corrupción.
De acuerdo con el análisis de los datos globales, más de dos tercios de los países estudiados han obtenido menos de 50 puntos, y la calificación media se sitúa en 43 puntos.
En la primera posición del Índice se encuentran Dinamarca y Nueva Zelanda, con 87 puntos, seguidos por Finlandia, que este año obtuvo 86 puntos. Los últimos puestos son ocupados por Somalia, Sudán del Sur y Siria, con 9, 12 y 13 puntos sobre 100, respectivamente. En cuanto a las regiones, Europa Occidental y la Unión Europea tienen las mejores puntuaciones (66 puntos de media), y África es la que cuenta con la puntuación media más baja (32 puntos de media).
Desde 2012, solo 22 países han registrado mejoras significativas en sus puntuaciones. Entre ellos, se encuentran Estonia, Grecia y Guyana. Por el contrario, en 21 países, como Australia, Canadá y Nicaragua, las puntuaciones han empeorado de manera significativa.
La corrupción en tiempos de COVID-19
Con la propagación acelerada de la pandemia del coronavirus, es evidente que nos presentamos a una crisis de salud a nivel mundial, donde la prioridad de los gobiernos debe ser brindar protección y seguridad en nuestra salud. Sin embargo, los brotes pandémicos como el que vivimos actualmente con el COVID-19, expone cada vez más las deficiencias de nuestros sistemas de salud, especialmente los potenciales riesgos y oportunidades.
Incluso en tiempos normales, la corrupción en el sector salud genera pérdidas de más de $500 millardos de dólares anualmente. En diferentes eventos organizador por la World Compliance Association en los cuales expertos de la propia institución y otra relevantes como la OCDE alertan sobre el grave incremento de los casos de corrupción en el marco de la COVID 19.
Hemos sufrido anteriores emergencias sanitarias mundiales, como el virus del Ébola y la gripe porcina, lo que nos han permitido aprender lecciones que ahora podemos aplicar, y sabemos que incluso en tiempos de crisis hay quienes buscan sacar provecho de la desgracia ajena. La identificación de estos riesgos de corrupción antes de que sucedan puede ayudar a fortalecer nuestra respuesta global a la pandemia y ofrecer así los servicios de salud a quienes más lo necesitan.
A medida que los hospitales luchan para hacer frente al COVID-19 y enfrentan una escasez creciente de personal, camas, ventiladores y otros equipos sanitarios, los riesgos de soborno se incrementan. Médicos, sanitarios y el conjunto de servicios médicos se enfrentan a decisiones muy difíciles sobre qué pacientes tratar en función de quién necesita más atención. Se crea así un ambiente propicio al soborno.
En 2019, el Barómetro Global de la Corrupción para África y el Medio Oriente y el Norte de África, encontró que las tasas de soborno en hospitales y centros de salud son del 14% en cada región. En América Latina y el Caribe, el porcentaje reportado es de 10%. Los pacientes que estén dispuestos y puedan pagar un soborno para recibir atención médica lo antes posible, podrían relegar a los más vulnerables e incapaces de pagar al final de la lista de espera.
A medida que la pandemia del COVID-19 continúa extendiéndose, es importante tener discusiones abiertas y francas sobre nuestros sistemas de salud y las vulnerabilidades que los hacen más susceptibles a la corrupción. El refuerzo de las medidas de prevención ante situaciones como esta así como el incremento de los niveles de transparencia resultan claves para evitar que situaciones como esta sirvan de alimento para prácticas corruptas de la más baja mora y ética.
INTEDYA lleva años liderando a nivel mundial, promoviendo y asesorando, el diseño y aplicación de programas anticorrupción en organizaciones públicas y privadas de todo el mundo mediante la aplicación de medidas preventivas y el desarrollo de programas de cumplimiento contra el soborno y la corrupción.
#DíaInternacionalcontralaCorrupción.
Fuente:
https://www.diainternacionalde.com/ficha/dia-internacional-contra-la-corrupcion