Un tercio de la producción mundial de alimentos, 1.300 millones de toneladas, es desperdiciada según últimos datos obtenidos. Esta situación tiene severas repercusiones económicas, sociales y medioambientales, ya que las pérdidas y desperdicio alimentarios representan un coste para la economía global de cerca de un billón de dólares al año y agravan la inseguridad alimentaria y la malnutrición. Se estima que, con una cuarta parte de los alimentos que se pierden o desperdician, podría alimentarse a la población mundial que pasa hambre.
Dentro de este ámbito, España es el séptimo Estado miembro que más alimentos desperdicia en cifras absolutas con 7,7 millones de toneladas al año, que suponen un coste de 3.000 millones de euros anuales.
Este problema es el que ha motivado al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) a poner en marcha la Estrategia “Mas alimento, menos desperdicio” en el año 2013, trabajando, junto a un gran número de empresas y organizaciones, entre las que se encuentra la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, en el desarrollo de un importante número de iniciativas que están dando sus frutos.
Se han cumplido muchos de los objetivos que se plantearon en el documento inicial, especialmente en la generación de conocimiento, divulgación y promoción de buenas prácticas, y colaboración con otros agentes.
Para su aplicación durante el periodo 2017-2020 la Estrategia ha sido objeto de revisión, con ocho áreas de actuación con las que se quiere abarcar todos los aspectos necesarios para abordar el problema del desperdicio alimentario.
Para ello, se incide en la necesidad de continuar cuantificando el desperdicio alimentario, en todos los eslabones de la cadena alimentaria, como primer elemento para establecer las actuaciones, y en intensificar la labor de formación y sensibilización, investigación e innovación, siendo imprescindible la colaboración de entidades, asociaciones, empresas, productores y consumidores.
Durante la presentación de la Estrategia se resaltó la importante relación existente entre el desperdicio alimentario y el medio ambiente y cambio climático, que se incluyen en la misma, recordando que se está elaborando una Ley de cambio climático y transición energética que permita a la economía española un desarrollo bajo en emisiones. Un proceso en el que la Estrategia será un instrumento eficaz de apoyo.
Desde el MAPAMA se insiste en la ilusión existente para seguir avanzando en la Estrategia “Más alimento, menos desperdicio”, junto con las políticas de sostenibilidad e iniciativas comunitarias y mundiales en favor de la sostenibilidad y el desarrollo, encuadrándose en las actuaciones del Paquete de Economía Circular y del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Fuente: AECOSAN - Agencia española de consumo, seguridad alimentaria y nutrición