Sin darnos cuenta día a día aumenta nuestra dependencia de las nuevas tecnologías, nuevos dispositivos con funcionalidades innovadoras inundan nuestros mercados, pulseras, ropas inteligentes que permiten controlar nuestras constantes vitales; cámaras de seguridad que podemos controlar desde nuestra oficina a golpe de ratón; sistemas de auto-estacionamiento en los vehículos… ¿FICCIÓN? No, ya es realidad e imparable. Cada día somos más dependientes de esta tecnología, necesitamos estar interconectados, hecho del que tampoco escapan las empresas.
Cada vez son más las voces que se hacen eco de que estamos a las puertas de la cuarta revolución industrial, donde la generalización de las tecnologías de la información y la informatización han tomado el relevo.
La industria 4.0, introduce un nuevo concepto de fábrica inteligente, capaz de interconectar todos los procesos, máquinas y elementos de fabricación. Dotándolas de una mayor adaptabilidad a las necesidades y a los procesos de producción, además de ser fuente generadora de grandes volúmenes de datos. Todo ello requerirá una transformación profunda del modelo de industria al que estamos acostumbrados, siendo parte indispensable la integración de las tecnologías de la información en el core de las organizaciones y un gran reto para los desarrolladores de software y análisis de sistemas, pues tendrán que ser capaces de transformar en información útil y valiosa, todos los datos generados.
Conceptos como IIoT (Industrial Internet of Things), la impresión 3D o fabricación por adicción, el Big Data, la minería de datos, el data analytics, el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial, la robótica colaborativa, la realidad aumentada, la adaptabilidad, la interconectividad y la eficiencia se vuelven en fundamentales.
Pero ¿de verdad es tan crucial? Efectivamente lo es, porque supone nuevas maneras de responder eficazmente a las necesidadesy expectativas de los consumidores con métodos más ágiles para la resolución de problemas, que permiten predecir y anticipar futuros comportamientos, optimizar la producción.
Este cambio, todavía incipiente va cobrando forma, y comienza a vislumbrarse en sectores concretos, como el del transporte, energía, salud, textil y alimentación, que van un pequeño paso por delante.
¿Qué implicaciones tiene? El salto a la industria 4.0 supone un cambio de la tecnología, una transformación profunda de los entornos de trabajo y las formas de interconexión de las fábricas, estructuradas ahora en torno a internet of things, permitiendo la comunicación máquina a máquina, algo que revolucionará las factorías, descentralizando el control. Componentes, máquinas e instalaciones estarán equipadas con contadores, sensores, y dispositivos interconectados por internet, que requieren modernas técnicas de información y comunicación.
La seguridad no sólo física, sino que lógica será un elemento transcendental, YA NO SON SISTEMAS CORPORATIVOS AISLADOS, y se deben proteger. Deben desarrollarse e implementarse arquitecturas, bajo el principio de seguridad por diseño y estándares de seguridad que garanticen esa Ciberseguridad. Donde no prime tan solo aspectos relativos a la disponibilidad de las instalaciones, de los procesos de fabricación; sino también la integridad de las configuraciones de los dispositivos, y su comunicación; además de la confidencialidad de la información que sea procesada por todos los elementos interconectados. Porque amenazas típicamente “informáticas”, como pueden ser ataques de denegación de servicios (DoS), hacking, malware,…, son ahora extensibles a estos nuevos entornos.
Ana Rosa Morán Zapico
Responsable del Área de Riesgos y Seguridad del Departamento de Operaciones
INTEDYA Internacional