La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) ha presentado una guía sobre debida diligencia con el fin de lograr una gestión responsable de la cadena de suministro para todas aquellas industrias que se dedican a la producción de ropa y calzado. Esta guía proporciona una comprensión común de la debida diligencia de la cadena de suministro de acuerdo con las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales y los Principios Rectores de las Empresas y los Derechos Humanos de la ONU.
El objetivo de la guía es ayudar a las empresas tanto a identificar, como a prevenir todos los posibles impactos negativos relacionados con los derechos humanos, el trabajo, el medio ambiente y la corrupción en sus respectivas cadenas de suministro. Ofrece recomendaciones que abordan los riesgos que pueden surgir tanto en la fabricación como en los materiales de abastecimiento.
La guía promueve un enfoque sistemático e integrado para la gestión del riesgo y la compra, involucrando procesos continuos, proactivos y reactivos, con un enfoque de mejora progresiva. Reconoce tanto la diversidad del sector como la complejidad de los desafíos a los que se enfrenta continuamente. Recomienda que las empresas adopten un enfoque de colaboración basado en el riesgo para identificar maneras de abordar los impactos de sus operaciones, y tomar decisiones y supervisar el progreso a lo largo del tiempo, además de incentivar el compromiso constante con los socios comerciales de las economías en desarrollo. Pide a los compradores que incorporen consideraciones sociales, de derechos humanos y ambientales en sus prácticas de compra, y que colaboren con compradores comunes para evitar la fatiga de la auditoría de los proveedores, para que las compañías puedan dirigir sus recursos hacia la priorización de la prevención de impactos más severos.
El sector de la ropa y el calzado es uno de los mayores sectores de bienes de consumo en todo mundo. Aunque representa una fuente económica muy importante, el trágico colapso de la fábrica de Rana Plaza en 2013 atrajo la atención global a los riesgos de graves impactos adversos.
Fuente: ComunicaRSE