La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha lanzado su nueva regulación de inocuidad de la Ley de Modernización de la Inocuidad de los Alimentos (FSMA), que se centra en la prevención de problemas de inocuidad a lo largo de toda la cadena alimentaria.
La gestión de la seguridad alimentaria ha evolucionado en la última década. Una de las normativas más importantes en el sector alimentario a nivel global es la Ley FSMA, centrada en la gestión del riesgo frente a situaciones de alerta alimentaria y que es de obligado cumplimiento para ciertos sectores como el hortofrutícola, el cárnico o el oleícola.
El mercado alimentario de Estados Unidos es uno de los más grandes del mundo con cifras de negocio de más de 5 billones de dólares. Exportan más de 140.000 empresas internacionales certificadas oficialmente al país. Por este motivo, la nueva Ley supone un reto para las empresas aprobadas por la FDA para exportar y una gran oportunidad para incrementar su competitividad en el mercado exterior.
El principal objetivo de la Ley FSMA es mejorar la protección de la salud pública mediante la seguridad en la cadena alimentaria, centrándose más en la prevención de las incidencias que en la actuación frente a la aparición de alertas.
Respecto al alcance de esta normativa, afecta tanto a alimentación humana como animal y a la elaboración e importación de productos alimentarios.
La normativa afecta a todas aquellas empresas que fabriquen, manipulen, almacenen, procesen, envasen y transporten alimentos y suplementos dietéticos, material de envasado y/o maquinarias para el procesamiento, envase/embalaje o materiales de contacto con los alimentos.
La Ley exige la aparición de una nueva figura de cara a la certificación, el ‘’Preventive Controls Qualified Individual (PCQI)’’, encargado de preparar e implementar el Plan de Inocuidad Alimentaria y de gestionar los controles preventivos correctamente.
La formación para ser PCQI solo la pueden impartir empresas seleccionadas por la FDA. Dichas empresas son certificadores externos que imparten un curso de 20 horas repartidas en 3 días elaborado por la propia FDA.
De este modo, la formación es la primera de las 7 reglas en las que se basa la FSMA:
El motor de la seguridad alimentaria reside en la implantación de un buen plan APPCC. Además, aquellas compañías que cuenten con una certificación BRC o IFS cumplen con prácticamente el 90% de requisitos establecidos por la FSMA.
Fuente: Interempresas