Diciembre es un mes con alto costo no solo a nivel monetario, sino que también a nivel medio ambiental. Las tradiciones y hábitos durante estos días navideños son, aunque desconocidos para la gran mayoría, muy perjudiciales para nuestro entorno; desde el árbol de navidad, hasta los residuos generados.
Los árboles de Navidad, elemento básico en estas fechas, no son beneficiosos para nuestro medio ambiente en ningún sentido, no importa si son naturales o artificiales. Los naturales, por lo general son desechados cada año, ya que han muerto al final de la temporada festiva generando gran cantidad de residuos.
La alternativa de los árboles de plástico es sin duda la más perjudicial por innumerables razones. Se utilizan productos de petróleo (PVC) para hacerlos con la consiguiente generación de subproductos tóxicos y requieren un gasto importante de recursos en su fabricación, transporte, embalaje, etc. Los árboles artificiales, aunque reutilizables, una vez que se desechan, su destino es inevitablemente un vertedero, ya que no pueden ser reciclados de ninguna manera.
No hay ninguna duda de que las luces dan una bonita imagen, pero el impacto ambiental no tiene nada positivo. Aumentan bruscamente las facturas de servicios públicos, exigen una producción mayor para colmar las expectativas de los usuarios, lo que en países como España donde la generación no depende de fuentes renovables más que en un pequeño porcentaje, los niveles de contaminación de dispararán.
Una buena parte de las mercancías producidas específicamente para la Navidad, no se venden y acaban en las liquidaciones post-navideñas o en los vertederos.
La Navidad tiempo para pasar con los seres queridos, pero dado que muchas familias se encuentran en puntos dispares de la geografía mundial, el uso de automóviles, trenes, aviones y otros medios de transporte, contribuye sin dudas a aumentar la huella de carbono de cada viajero durante el período festivo.
Se genera una enorme cantidad de desechos que no siempre son reciclados o reutilizados de la forma más adecuada. Justamente ahora, cuando existe un exceso de residuos, es cuando más se necesita que haya un esfuerzo conjunto y una toma de conciencia colectiva acerca de esta problemática. En cuanto al tema de las comidas, la mayoría de las sobras acabarán en la basura.
Algunos consejos para evitar en cierta medida la repercusión ambiental posible:
Fuente: Econoticias