Durante la COP13 del Convenio sobre la Diversidad Biológica de Cancún están teniendo lugar distintos eventos paralelos que abordan asuntos de gran importancia para nuestro devenir y el de nuestro planeta. Entre ellos, «Bienes comunes: soluciones para un planeta superpoblado», moderado por Inger Andersen, directora general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), exploró formas de transformar políticas e incentivos para que la producción de alimentos y los sectores agrícolas contribuyesen a la sostenibilidad ambiental.
La máxima responsable de la UICN subrayó que el mundo debería encontrar nuevas y mejores maneras de cultivar alimentos porque la tierra no es lo suficientemente estable como para permitir una producción de alimentos consistente. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de cambio de paradigma para asegurar un equilibrio en la sociedad, el medioambiente y los sistemas económicos.
Naoko Ishii, directora ejecutiva y presidente del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM o GEF, por sus siglas en inglés), aseguró que ha llegado el momento de desafiar el modelo de supervivencia de la tierra y agregó que debemos considerar cómo «darle la vuelta» a los sistemas económicos clave que deterioran nuestros bienes comunes globales. Además, defendió que el sector público debería crear incentivos para impulsar la participación del sector privado y abordar los lazos débiles existentes en las cadenas de suministro agrícola.
Por su parte, Alexander Müller, de ThinkTank for Sustainability (TMG), incidió en que necesitamos revaluar la producción de alimentos para asegurar la aceptación nutricional y llamar la atención sobre que la agricultura actual está impulsando dietas pobres y deteriorando la salud de las poblaciones.
Pablo Lomeli, especialista de Monsanto, aseguró que se requiere un trabajo continuo de investigación y desarrollo para garantizar que podamos satisfacer las necesidades de producción de alimentos, que aumentarán en un 70 % en 2050. El sector privado puede influir en la sostenibilidad de las cadenas de suministro asegurando la investigación y el desarrollo, el intercambio de información y la colaboración para la producción agrícola sostenible, reseñó.
A continuación, Carlos Manuel Rodríguez, de Conservation Internacional, destacó los convenios institucionales en los que las competencias en materia de bosques y la pesca dependen de los ministerios de Agricultura comprometen la sostenibilidad, ya que su enfoque está dirigido a la extracción de recursos. Adicionalmente, hizo hincapié en la necesidad de abordar el cambio en el uso de la tierra, eliminar gradualmente los incentivos negativos y agregó que los países no ponen el énfasis suficiente en la Meta n.º 3 de Aichi para la Diversidad Biológica, esto es, en la «eliminación de incentivos, incluyendo los subsidios, que sean perjudiciales para la biodiversidad».
En el debate que se abrió tras las intervenciones de todos los expertos, los participantes incidieron en que el debate global común debe tratar la pérdida de diversidad genética derivada de la extensión agrícola. Asimismo, pidieron una mayor conciencia pública para influir en las decisiones de los consumidores y plantearon también cuestiones relativas a la amenaza de los organismos genéticamente modificados (OGM) a la diversidad biológica genética y señalaron la necesidad de fomentar la ordenación forestal sostenible para resolver conflictos entre la silvicultura, la agricultura y la sostenibilidad ambiental.
Fuente: Mercadosdemedioambiente