Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, la Coordinadora del Área Académica de Prevención de Riesgos Laborales y Seguridad y Experta en Medio Ambiente y Sostenibilidad de Bureau Veritas Centro Universitario, Eva Iglesias, habla sobre las ya innegables actuaciones integrales para luchar contra el cambio climático y por una agricultura sostenible e igualitaria.
En breves semanas asistiremos a la próxima Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU, COP 22, en Marrakech, Marruecos (del 7 al 18 de noviembre de 2016), en la que se pondrán de manifiesto los principales aspectos relacionados con el Cambio Climático, que actualmente es el principal problema ambiental y uno de los mayores desafíos de nuestra sociedad.
El propio Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon ha alertado: "Ningún país es inmune a los efectos del Cambio Climático, que ya repercuten en la economía, la salud, la seguridad y la producción de alimentos, entre otros".
Los efectos del Cambio Climático no solamente suponen la pérdida de vidas humanas, sino que también destruyen los ecosistemas y afectan a la agricultura a nivel mundial. Obviamente, el efecto es totalmente diferente si se trata de países desarrollados o no, y la forma de tratar las consecuencias, por tanto, no puede ser tampoco la misma.
Los efectos del Cambio Climático sobre una pequeña producción agrícola africana supone la pérdida irreversible de la economía de familias, ya de por sí muy castigadas por la situación económica de estos países, y suele conllevar enfrentarse a la pobreza extrema. Los efectos del mismo fenómeno climático adverso para una gran corporación de países desarrollados, supone una pérdida a veces elevada, de una cuenta de resultados que puede repercutir en el PIB de ese país. Independientemente, de la escala a la que evaluemos las pérdidas, estas se producen, y son en general, muy difíciles de controlar sino se aborda con una gestión integradora eficaz.
Tanto el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) pertenecientes a Naciones Unidas, tienen entre sus objetivos principales aunar la protección de la agricultura y hacerla más eficiente y sostenible para nuestras generaciones futuras. Y han puesto en marcha iniciativas como la de "propiciar sistemas agrícolas y alimentarios inclusivos y eficientes".
La globalización creciente debe hacer que la agricultura forme parte de una cadena de valor integrada. Esta situación supone un gran desafío (y riesgo) para los agricultores en pequeña escala en muchos países en desarrollo, dado que hasta los productores en pequeña escala más válidos pueden verse excluidos fácilmente de partes importantes de la cadena de valor mencionada. Esto sucede principalmente porque pueden carecer de los mecanismos que les permitan participar en el nuevo mercado globalizado.
A este hecho se suma que la urbanización ha dado lugar a nuevas pautas de consumo para la mayoría de la población mundial, complicando los vínculos entre producción y consumo y exigiendo una infraestructura más compleja.
La FAO trata de intervenir ante estos retos para ayudar a afrontar los muchos desafíos ante los cuales se encuentran los productores a pequeña escala e incluso las economías pequeñas a lo largo de toda la cadena de valor. Es necesario que los "sistemas agrícolas y alimentarios sean más integradores", vinculando a los pequeños agricultores y sus organizaciones con empresas de agronegocios y cadenas de suministro a efectos de su participación eficaz y sostenible en los mercados mundiales, regionales y nacionales en rápida evolución.
Otro de los principales problemas es la ayuda a países en desarrollo a producir pero siempre desde el punto de vista sostenible. Fomentando la protección del suelo, amplios cultivos de cobertura y la labranza mínima: todos ellos principios clave del paradigma "Ahorrar para crecer" de la FAO, basado en el ecosistema y que apoya en forma directa a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, especialmente el Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS2) de "poner fin al hambre, lograr la Seguridad Alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible".
Modelos productivos basados en las cooperativas en varios países (Benín y Nigeria) han tenido éxito ofreciendo a sus agricultores servicios de mecanización con rendimientos económicos y sociales positivos, así como una participación amplia y activa.
Etiopía, Ghana, Kenya y Nigeria son países que estudian con interés la experiencia de países como Bangladesh en la mecanización agrícola y sus iniciativas de desarrollo y protección. Utilizando tractores diesel de dos ruedas de un solo cilindro, que pueden ser adaptados también para accionar bombas de pozo, barcos fluviales, trilladoras, molinos, así como para la producción agrícola, por tanto, combinando varios usos con la misma maquinaria se logra mucho más rendimiento y menos afección al suelo. Los agricultores que usan adecuadamente estos tractores de menor potencia, operan con sembradoras que depositan las semillas directamente en el suelo con una perturbación mínima, en consonancia con las técnicas de labranza cero o de la agricultura de conservación.
Todas estas iniciativas mencionadas suponen modelos de agricultura sostenible, que deben hacer hincapié en aplicar toda la investigación y desarrollo posible a las prácticas agrícolas a nivel mundial, independientemente del país en el que se opere. Y lo que queda patente es que si bien las actuaciones han ido siempre desligadas, hoy en día hay que desarrollar metodologías conjuntas e integradoras para tratar un problema que no solamente es agrícola sino también ambiental.
No nos olvidemos que entre los objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, entre los que se considera la necesidad de erradicar la pobreza extrema y el hambre, y garantizar la Sostenibilidad Ambiental, por tanto, si desde las Administraciones se lucha con actuaciones que mejoren ambos objetivos será la forma de actuar frente a estas amenazas que suponen problemas sociales.