Desde el punto de vista normativo y reglamentario, destaca especialmente en el sector agroalimentario, el contino desarrollo de cambios. El control de la seguridad alimentaria que las empresas realizan en la actualidad no es equiparable al que se desarrollaba hace unos años. El cambio no se ha producido únicamente a nivel legislativo, sino que el cambio ha supuesto el desarrollo a nivel europeo de la primera disposición que se publicó para reformar la legislación alimentaria mediante el reglamento 178/2002 CE y el desarrollo de reglamentos del paquete de higiene,como consecuencia de este primer reglamento, en el año 2004.
La referencia también se desarrolla en relación base a las herramientas de las que las compañías pueden hacer uso para preservar la seguridad alimentaria, lo cual suele hacerse mediante normas de implantación voluntaria conocidas a nivel internacional, como BRC, IFS, ISO 22000 O FSSC 22000, las cuales poseen valor añadido de la posible certificación de una entidad acreditada reconocida.
Estas normas, al igual que la legislación han de ir adaptándose a las nuevas demandas y de ahí las revisiones periódicas a las que se someten, siempre con el objetivo de desarrollarse en paralelo a las necesidades empresariales y de mercado; Y son en este sentido los cambios propios de la industria alimentaria, los que marcan el ritmo de estas adaptaciones.
Hace poco mas de un año, en Enero de 2015, BRC publicaba su nueva versión 7, en BRC food, aplicable en organizaciones a partir de junio de ese año, incluyendo aspectos de relevancia en el entorno de la industria alimentaria, como cambios para el control de la trazabilidad, reflejando el relevante aspecto del fraude alimentario, la gestión del etiquetado alimentario o la propuesta de las compañías certificadas de sumarse a programas de auditorías no anunciadas.
De igual forma, la norma IFS Food, actualmente en su versión 6, se encuentra en proceso de revisión, con la finalidad de actualizar la versión de la misma el próximo 2017.
Además de ello, destaca la norma ISO 22000, que contará con una estructura de alto nivel, al igual que las nuevas versiones del pasado 2015, en relación a las normas ISO 9001 Y 14001 de sistemas de gestión de calidad y medioambiente, respectivamente. De esta manera y según lo previsto, es de esperar que la nueva versión de la norma ISO 22000 se publique también en 2017.
A medida que se aproxima la actualización de las normas, se va suscitando mayor interés para la empresa, siendo muchos los beneficios que resultan de la aplicación de las mismas.
En primer lugar, su implantación constituye una evidencia del cumplimiento de la legislación en materia de seguridad alimentaria, y además a través de la certificación se reduce el número de auditorías soportadas, ya que la certificación evita auditorías de empresas de distribución y otros clientes que reconocen la auditoría de certificación como propia, y suponiendo en sí, una diferencia competitiva, asegurando mayor facilidad para la transparencia en la cadena de suministro.
Independientemente de ello, las normas se encuentran en constante evolución, por lo que asume gran relevancia el conocimiento de las mismas, traduciéndose en una fuerte demanda de este perfil profesional por parte de las empresas que disponen de ellas. Contar con personal que conozca de las normas y que controles estos referentes a nivel nacional e internacional, manteniendo en funcionamiento los requisitos, se convierte en una excelente oportunidad laboral.
La especialización en el ámbito de la seguridad alimentaria permite el desempeño de funciones de desarrollo, implantación y mejora de mecanismos de Seguridad Alimentaria, inspección alimentaria y control higiénico-sanitario de productos alimentarios.
Es por esto que el personal cualificado en los Sistemas de Gestión de la Seguridad Agroalimentaria es una profesión actual y de futuro.
Además de las necesidades formativas en las actualizaciones de estos estándares, a través de cursos que faciliten el reciclaje y el desarrollo de conocimientos y formación continua para todo profesional que trabaje en compañías de este sector.
Es importante tener en cuenta la necesidad de profesionales formados en seguridad alimentaria mediante la formación en posgrados de seguridad alimentaria, ya que esta resulta vital para la especialización en este ámbito.
Toda formación especializada facilita tanto la búsqueda de empleo, como la mejora profesional de forma sustancial, contribuyendo al desarrollo de entornos dinámicos en los que el conocimiento actúa como fundamento de cambio.
Fuente: Infocalidad. com