En cualquier momento y lugar podemos vernos expuestos al desarrollo de una emergencia, independientemente del contexto en el que nos encontremos. Estas situaciones inesperadas suelen poner en riesgo nuestras vidas, la integridad de infraestructuras, materias primas, o recursos, etc.
Centrándonos en el ámbito empresarial, es necesario considerar los costes, o el impacto de las emergencias a nivel legal y económico, por la importancia de pérdidas de capital, por las consecuencias sobre la salud de los trabajadores, o por las sanciones derivadas del desarrollo de diferentes emergencias, existiendo en la empresa una ausencia de procedimientos o sistemas concretos de actuación ante emergencias.
Con la finalidad de hacer frente a estas situaciones de forma adecuada y con ciertas garantías de calidad, se ha desarrollado la norma ISO 22320, que concibe la gestión de emergencias con la finalidad de garantizar una respuesta eficaz a las mismas. Para ello, se centra en tres aspectos básicos: La información, la coordinación de las partes implicadas y la cooperación.
De este modo nos encontramos ante el desarrollo de un sistema de gestión de emergencias cuya base es la prevención y la gestión de cualquier situación crítica, con el objetivo de dar respuesta eficaz a cualquier incidente que pueda comprometer la actividad de la organización.
En estos casos la adopción sistemas de gestión supone una garantía de efectividad y calidad tanto para la propia empresa, como para los clientes, aspecto especialmente relevante. Además, la norma persigue la finalidad de minimizar el impacto de las consecuencias de cualquier situación de emergencia, contribuyendo a la recuperación de la actividad empresarial.
De acuerdo a los planteamientos de la norma, es posible la gestión de las emergencias e incidentes en cualquier tipo de organización, independientemente del sector en el que desarrolle su actividad.
Mediante la adopción de este sistema de gestión, las organizaciones podrán asegurar la adopción de estrategias adecuadas en el manejo de incidentes, y la coordinación de todas las partes implicadas durante el desastre, minimizando los riesgos y garantizando el uso eficaz de los recursos combinados.
La norma se basa en la aplicación de las mejores prácticas mundiales en el establecimiento del mando y control de las estructuras de la organización ante emergencias, teniendo en cuenta y optimizando los procedimientos, brindando apoyo en la toma de decisiones, y contribuyendo a la óptima gestión de la información. Esta información será relevante y precisa, facilitando en todo momento las relaciones con las autoridades y administraciones, así como la alineación con los requisitos legales sobre planes de emergencia y programas de gestión ambiental y de seguridad y salud ocupacional.
Esta norma permite a las organizaciones el desarrollo y mejora de sus capacidades de respuesta ante todo tipo de emergencias, independientemente de su dimensión, convirtiéndose en un requisito que proporciona garantías de buenas prácticas de gestión integral. Está basada en la detección y activación de alertas, siendo posible ofrecer una respuesta eficaz haciendo frente a los efectos negativos que puedan ser consecuencia de las emergencias.
¿POR QUÉ IMPLEMENTAR LA NORMA?
Las organizaciones que implanten una Gestión de Emergencias en su organización según la norma ISO 22320, consiguen:
Son múltiples las ventajas derivadas de la adopción de la norma, sirviendo esta de garantía de calidad y seguridad, permitiendo el acercamiento a las necesidades e intereses de los consumidores.
Fuente: Beatriz López González