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A partir del 29 de mayo las empresas que calculen su Huella de Carbono y definan planes para reducirla pueden solicitar gratuitamente su inscripción en el registro público del Ministerio. Esta iniciativa del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente supone un incentivo para las empresas y para la sociedad en general en la lucha contra el cambio climático y a favor de la economía baja en Carbono. Si bien se trata de una opción voluntaria y no supone ninguna obligación para las empresas, se espera que las compañías se unan a esta iniciativa de diferenciación para aquellas que informan sobre su huella de carbono y definen planes de reducción. Además se espera, según indica el propio Real Decreto, que pueda pasar a ser incluido como una consideración más a tener en cuenta en las contrataciones públicas.
Hasta la fecha, algunas organizaciones, especialmente las grandes empresas, vienen ya informando de diferente modo sobre su contribución al cambio climático con las cifras de su Huella de Carbono. Los motivos que las empujan son diferentes y el factor desencadenante suele ser la presión de los grupos inversores y la sociedad que cada vez más se lo demanda. Según los resultados del prestigioso informe del CDP, Informe Iberia 125 Cambio Climático 2013, que se realiza anualmente con objetivo de ofrecer a inversores y otros grupos de interés un análisis de la transparencia y el desempeño de las empresas, el 90% de las 125 empresas analizadas, que engloba a las 85 mayores empresas españolas y a las 40 mayores empresas portuguesas cotizadas en bolsa, afirman informar sobre su gestión del cambio climático en las memorias corporativas.
El Real Decreto 163/2014 por el que se crea el registro de huella de carbono entra en vigor y presenta un nuevo
escenario para el reporte de la Huella de Carbono de las empresas
Es importante destacar que el motivo que ha llevado al Ministerio español a emprender esta iniciativa y crear este registro voluntario es que España tiene el compromiso de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de los llamados sectores difusos un 10% respecto a 2005 en 2020 y el objetivo se presenta difícil de cumplir. En países como el Reino Unido, el Gobierno ha ido más allá y obliga desde el pasado mes de abril del año 2013 a las empresas que cotizan en la Bolsa de Londres, a publicar un informe detallado de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El reglamento que impuso esta obligación a las empresas cotizadas será además revisado en 2015 y el Gobierno tiene previsto decidir si amplía la decisión a todas las grandes empresas a partir de 2016.
El Ejecutivo británico ve la presentación de informes como un primer paso vital para que las empresas reduzcan sus emisiones y estima que esta política ahorrará cuatro millones de toneladas de emisiones de CO2 en 2021. Cada vez más las empresas confían en especialistas o forman a su propio personal para calcular con mayor rigor su Huella de Carbono y lo que es más importante, poder evaluar la evolución de su contribución al cambio climático y definir planes de reducción. Gracias a estas acciones se presenta un beneficio doble: lucha contra el cambio climático e incremento de competitividad. Empresas especializadas en ahorro y eficiencia energética, como Creara, han diseñado cursos de capacitación online para ayudar a las empresas a calcular su huella de Carbono y definir planes para su reducción.
La cuenta atrás ha empezado y habrá que esperar para saber si los resultados de la iniciativa del Ministerio son los esperados y si a esta acción le seguirán requisitos de obligado cumplimiento para las empresas como los exigidos por el ejecutivo británico.
