Como consecuencia del consumo de alimentos en mal estado, fueron al menos 400 los niños que resultaron intoxicados en varios colegios en Arauca, Colombia. Los niños presentaban síntomas como: fuertes dolores de cabeza, vómitos, mareos y brotes en la piel.
Parece ser que a la empresa encargada de la distribución de los alimentos a los colegios ya se le habían presentado quejas y tenía una investigación abierta.
Una de las posibles causas de la intoxicación pudo haber sido la ruptura de la cadena de frío, lo cual habría tenido efectos en el estado de los alimentos, ocasionando el desarrollo de las reacciones.
El coste de las consecuencias derivadas de este hecho, adquirirá importantes dimensiones, y como consecuencia de ello es evidente la importancia de anticiparse a este tipo de situaciones por los efectos derivados de las mismas.
La seguridad de los alimentos es un aspecto al que hay que prestar especial atención, por su estrecha relación con la salud.
La necesidad de trasmitir confianza a los consumidores es cada vez más importante, y especialmente hoy día, cuando tanto el entorno como el comercio internacional han adquirido gran relevancia en relación a la movilidad de productos, materias primas y sus componentes.
El marco legal de la Unión Europea, establece reglas claras en cuanto a la importancia de prevenir, eliminar y reducir el nivel de riesgos en la salud humana en toda la cadena alimentaria, incluyendo procesos, productos y actividades relacionados con la manipulación y producción de alimentos, implicando al mismo tiempo operadores privados y autoridades competentes (además de productores, fabricantes, distribuidores, importadores, etc.).
Por su parte, las autoridades europeas confían en la acreditación como una de las estrategias fundamentales, quedando patente en las exigencias establecidas en el Reglamento (CE) nº 882/2004, manteniendo la obligatoriedad de las autoridades en cuanto a la designación de laboratorios acreditados para los controles oficiales, de acuerdo con la norma ISO/IEC 17025.
En la actualidad, la práctica totalidad de los laboratorios oficiales de las administraciones que realizan el control oficial en España están acreditados por ENAC.
Por otro lado, en cuanto a la seguridad alimentaria, es necesario tener en cuenta que además del marco de controles oficiales en el que nos movemos, es necesario que exista capacidad en cuanto a la capacidad y fiabilidad de los procesos desarrollados por los operadores.
Los procesos de decisión están basados en gran medida en los resultados analíticos de los laboratorios, además de otras actividades de control e inspección. Estos resultados, no solamente han de ser técnicamente fiables sino que a su vez, también es necesario que se demuestre su fiabilidad en cualquier momento (especialmente en casos de alarma sanitaria) usando medios de prueba de aceptación internacional, motivo por el cual es especialmente recomendable en la industria alimentaria la acreditación de los sistemas internos de control, incluidos los laboratorios internos.
En cuanto a la distribución, esta juega un importante papel en cuanto a la inocuidad de los alimentos, siendo cada vez más importante demostrar mediante ensayos, y otras actividades acreditadas (certificaciones o inspecciones), que sus productos cumplen los requisitos de seguridad.
Es fundamental considerar, la necesidad de seguimiento y aplicación de todos los requisitos en cuanto a la importancia de garantizar el buen estado de los productos, evitando el desarrollo de situaciones como la analizada, lo cual pone en peligro la salud de las personas que lo consumen, conllevando para la empresa importantes consecuencias negativas, tanto a nivel económico, como en cuanto a su competitividad en el mercado.
Fuentes: elmundo.es / enac.es