Es esencial que nuestra sociedad conozca y entienda conceptos clave como son: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra, la huella ecológica o la huella de carbono para tomar conciencia de cuestiones ecológicas fundamentales y promover así, comportamientos y estrategias para seguir sosteniendo nuestro bienestar y garantizar el de generaciones futuras. Lograr este propósito implica llevar a cabo una educación ambiental a la ciudadanía que facilite el desarrollo de buenas prácticas en todos los ámbitos sociales, empresariales, públicos y privados, así como el impulso de tecnologías y empleos respetuosos con el medioambiente. Solo de ese modo quedará garantizada la continuidad de la fuente de nuestro bienestar y desarrollo.
En 2016, nuestro planeta entró en déficit ecológico el 8 de agosto como consecuencia de un mayor consumo de recursos y servicios de la naturaleza por parte del hombre de lo que la Tierra es capaz de regenerar en todo un año. Según datos de la Red Global de la Huella Ecológica (Global Network Footprint, GNF), nuestro mundo comenzó a estar en números rojos desde el punto de vista ecológico cinco días antes que en 2015 y 11 días antes que en 2014. ¿Qué ocurrirá en este año? Aún está por ver, pero nos podemos hacer una idea, gracias a las cuentas ecológicas nacionales publicadas por GNF, las cuales incluyen la huella ecológica y la biocapacidad de más de 200 países y regiones.
Por su parte, los técnicos de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos) han revelado que la temperatura media de la superficie terrestre y oceánica del pasado marzo fue la segunda más elevada registrada durante los meses de marzo desde que se iniciara el registro de estos datos en 1880. Además, la temperatura media global hasta la fecha también ha sido la más calurosa registrada. El aumento de la temperatura terrestre y oceánica está asociado a episodios meteorológicos climáticos extremos que provocan impactos sobre los sistemas naturales y humanos.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Tierra, 22 de abril, Erik Solheim, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), anunció la apertura del plazo de inscripción en los premios Jóvenes Campeones de la Tierra, dirigidos a personas de entre 18 y 30 años con ideas innovadoras para conservar el medioambiente.
Cada año, seis jóvenes, uno de cada región del mundo, serán nombrados Jóvenes Campeones de la Tierra y recibirán financiación inicial, capacitación intensiva y orientación personalizada para ayudarlos a convertir en realidad sus grandes ideas sobre el medioambiente.
Fuente: Mercadosdemedioambiente