Horizonte 2020 es el programa marco establecido por la Unión Europea para la financiación pública de la I+D+i. Iniciado en 2014, acaba de cumplir su primer año de intenso funcionamiento, que ya ha permitido obtener algunas conclusiones preliminares. En primer lugar, se ha constatado un incremento de la participación en general lo que ha aumentado la competencia entre los proyectos. Esto, a su vez, tiene como consecuencia que se ha reducido la tasa media de éxito (propuestas financiadas/propuestas presentadas) desde un 20% en el anterior programa marco a alrededor de un 14% según los primeros datos.
Consecuentemente, ya no basta con elaborar buenas propuestas técnicas, sino que es necesario mimar todos los detalles para presentar propuestas excelentes que alcancen los umbrales de financiación requeridos. Otro hecho que se ha manifestado en los resultados obtenidos es un crecimiento en el éxito de las empresas, mientras que los centros tecnológicos muestran una leve desaceleración. Esto se interpreta como una consecuencia del enfoque a la innovación que se ha buscado en Horizonte 2020, e indica que es vital una adaptación clara hacia la explotación comercial de los resultados.
En este enfoque a la innovación y el mercado reside el importante papel que la normalización puede desempeñar en el programa, así como en la I+D+i en general. Se trata de uno de esos detalles necesarios para alcanzar la excelencia. La evidencia de dicha importancia la podemos encontrar en la presencia de la normalización o estandarización como requisito en muchas de las convocatorias del programa. Esto, además, se consolida como una tendencia ascendente, cimentada con la formación y sensibilización sobre el tema que se está proporcionando a los investigadores y a los técnicos responsables en la comisión europea.
El apoyo que la normalización proporciona a los proyectos de I+D+i se centra en tres aspectos fundamentales: garantizar la compatibilidad, la interoperabilidad y el conocimiento del estado de la técnica, dar difusión al proyecto y a sus resultados, proporcionando foros de discusión abiertos con expertos internacionales, y facilitar la aceptación por parte del mercado tecnológico de las nuevas soluciones, favoreciendo su futura utilización y comercialización.
Recientes estudios sobre la contribución de la normalización a la I+D+i europea, como el de Technopolis Group en 2013 o el de Optimat, que verá la luz en 2015, atestiguan que un 80% de los investigadores utiliza en mayor o menor medida las normas técnicas, pero también destacan todavía un gran desconocimiento del proceso de normalización por su parte. Aunque se han producido avances en este campo, los estudios concluyen que es necesario continuar los esfuerzos para engranar ambos mundos.
Fuente: AENOR