Si bien en Argentina está vigente desde hace diez años un marco legal que apunta a lograr ámbitos laborales confortables, es prácticamente desconocido por empresas y trabajadores, algo que afecta de manera severa la productividad de las compañías y la salud de los empleados.
En 2003, el Ministerio de Trabajo argentino dictó la Resolución 295/03, que establece el marco legal vigente respecto de los factores de riesgo derivados de la "ergonomía" en el trabajo, disciplina que tiene su eje en la organización de las tareas dentro en las empresas.
El problema es que empresas y trabajadores "se enteran de las consecuencias de la falta de ergonomía en sus vidas por los costos en baja de productividad, ausentismo y juicios laborales, en el caso de los empresarios, y en el deterioro de su calidad de vida en el caso de los empleados".
Especialistas destacan que un ambiente adecuado para el trabajo "aumenta la productividad y rendimiento de los empleados, reduce costos empresarios y genera un mayor grado de cumplimiento de leyes laborales".
Por ese motivo, se recomienda a empleadores y trabajadores "prestar atención a las posturas forzadas, los movimientos repetitivos, la manipulación de cargas, las vibraciones, la carga térmica y los factores psicosociales".
¿Cómo podría definir la ergonomía laboral?
Según la definición oficial adoptada por el Consejo de la Asociación Internacional de Ergonomía (IEA) en agosto de 2000, "la ergonomía es una disciplina científica de carácter multidisciplinar, que estudia las relaciones entre el hombre, la actividad que realiza y los elementos del sistema en que se halla inmerso, con la finalidad de disminuir las cargas físicas, mentales y psíquicas del individuo y de adecuar los productos, sistemas, puestos de trabajo y entornos a las características, limitaciones y necesidades de sus usuarios; buscando optimizar su eficacia, seguridad, confort y el rendimiento global del sistema".
En palabras simples, la ergonomía laboral se encarga de adecuar esa herramienta, puesto de trabajo, máquina u organización de las tareas, en función de las características del trabajador.
Muchos confunden el concepto de ergonomía con la simplicidad de lo confortable o cómodo, y suele manifestarse en el imaginario de los empresarios el prejuicio de que el ergónomo solo se ocupará de hacer que sus trabajadores estén mas cómodos y no se cansen. Pero esta disciplina es, además, la que aumenta la productividad y rendimiento de los empleados, reduce costos al disminuir los índices de ausentismo y rotación externa y los litigios y multas por siniestros, genera un mayor grado de cumplimiento de leyes laborales, y mejora los estándares de calidad.