El mayor banco de Dinamarca admitió que una sucursal báltica ha lavado potencialmente cientos de miles de millones de dólares en una investigación cada vez más amplia sobre crímenes financieros que ha aumentado todos los meses, y el último cambio es que el jefe de todo el banco ha caído en desgracia.
Danske Bank ha sido noticia en los últimos meses ya que el potencial alcance del lavado de dinero a través de su sucursal en Estonia vinculado a regiones de riesgo como Rusia, Azerbaiyán y Ucrania ha aumentado desde un estimado inicial de US$80.000 millones, a US$$ 150.000 millones y, ahora, en un Informe de 87 páginas publicado la semana pasada, a un estimado de US$234.000 millones, lo que llevó a la renuncia del director ejecutivo del banco, Thomas Borgen.
Como punto de contexto en esta batalla en los países bálticos, los flujos financieros sospechosos equivalen a casi el tamaño de todo el producto interno bruto de Dinamarca, actualmente valuado en unos US$300.000 millones. Danske Bank tiene activos totales de US$ 472.500 millones.
Danske Bank lo hizo al convertirse en el banco elegido por miles de clientes que residen fuera de Estonia, a lo que la firma de auditoría se refiere como la floreciente “cartera de no residentes”. Para leer el comunicado de prensa del banco, haga clic aquí. Para leer el anuncio del banco de la renuncia del CEO, haga clic aquí.
La sucursal de Estonia y la cartera de no residentes se convirtieron en parte del Danske Bank cuando adquirió el Sampo Bank con sede en Finlandia en 2007, donde el banco también adquirió sucursales en Letonia y Lituania.
“Está claro que Danske Bank no cumplió con su responsabilidad en el caso de posible lavado de dinero en Estonia”, dijo Borgen en un comunicado. “Me arrepiento profundamente de esto. Como director general, tengo la responsabilidad de la administración de las cosas que tienen lugar en el banco y, por supuesto, asumo esta responsabilidad”.
Hasta el momento, más de 40 empleados y agentes “han sido considerados partícipes en alguna actividad sospechosa” y han sido reportados a la unidad de inteligencia financiera de Estonia, mientras que Danske Bank ha denunciado a ocho ex empleados a la policía estonia.
En el informe de la firma de abogados danesa Bruun & Hjejle, realizado a instancias del banco, los revisores encontraron fallas generalizadas en el cumplimiento del delito financiero en todos los niveles del banco y en cada pilar del programa antilavado de dinero (2007 a 2015), aproximadamente el momento en que el banco emprendió investigaciones agresivas para descubrir posibles actividades ilícitas mientras más tarde abandonaba sus cuentas de no residentes.
Fuente: DelitosFinancieros