El ecoetiquetado, que tuvo su origen en la creciente preocupación global por la protección del medio ambiente por parte del gobierno, las empresas y el público en general, se ha convertido en una ventaja de mercado para ciertos productos y servicios que ejercen una poderosa atracción sobre los consumidores que buscan formas de reducir los impactos ambientales a través de sus elecciones de compra.
La publicación de la versión actualizada de la norma ISO 14024, Etiquetas y declaraciones medioambientales - Etiquetado ambiental tipo I - Principios y procedimientos, ayudará a aclarar nuevos conceptos como reciclado natural, reciclable, ecológico, de baja energía y reciclado, etc.; conceptos que han invadido el mundo de etiquetación y, en cierta forma, han generado confusión y escepticismo entre los consumidores en estos últimos años.
Björn-Erik Lönn, coordinador del grupo de trabajo que ha revisado el estándar, ha explicado que "Durante los últimos 20 años, el uso de ecoetiquetas tipo I ha aumentado y el concepto ahora se está extendiendo a más países y mercados en forma de nuevas iniciativas impulsadas diferentes organizaciones. El resultado es una clara ganancia para todos: una etiqueta ecológica creíble de tipo I para consumidores, productores y el medio ambiente por igual. Estas ecoetiquetas que solían cubrir principalmente bienes de consumo, ahora lo hacen sobre una amplia gama de servicios. Desde hoteles hasta compañías de limpieza, puede ser "ecoetiquetadas" en base a la verificación por parte de terceros de los requisitos ambientales públicos determinados de acuerdo con las consideraciones del ciclo de vida del producto".
ISO 14024:2018 hace referencia a los programas de etiquetado ambiental Tipo I, que son voluntarios y pueden ser operados por agencias públicas o privadas a nivel nacional, regional o internacional. Establece los principios y procedimientos para desarrollar programas de etiquetado ambiental Tipo I, incluida la selección de categorías de productos, los criterios ambientales del producto y las características de la función del producto, y para evaluar y demostrar el cumplimiento. También establece los procedimientos de certificación para otorgar la etiqueta.
La nueva versión 2018 del estándar ISO 14024 establece un marco riguroso y una guía que funciona bien para las etiquetas ecológicas Tipo I y respalda la sólida posición que estas etiquetas ecológicas tienen en diferentes mercados y para una gran variedad de productos. El objetivo es asegurar la transparencia y la credibilidad al implementar programas de etiquetado ambiental Tipo I y armonizar los principios y procedimientos aplicables a estos programas. Al final, "se trata de tener información ambiental correcta y altamente confiable en el mercado", señala Lönn.
Fuente: infocalidad