En su documental Zero phyto 100% Orgánico, el ex enólogo orgánico Guillaume Bodin presenta un testimonio de alcaldes, agricultores, jardineros y restauradores, que apostaron por prescindir de los productos fitosanitarios mucho antes de que lo estableciera cualquier regulación.
Cuando las regulaciones no se mueven, es mejor dar un paso adelante. Guillaume Bodin, decidió reflejar en su documental a estos pioneros a partir de dos ejemplos. Por un lado, las ciudades que han prohibido los pesticidas y, por otro lado, las que se han centrado en los alimentos orgánicos en la restauración.
Asi, encontramos algunas buenas iniciativas. Cathy Biass-Morin, directora de espacios verdes en Versalles, reconoce que mucho antes de la ley francesa del 1 de enero de 2017 que prohíbe el uso de pesticidas en espacios públicos, ella decidió no usar productos fitosanitarios, enfrentándose a los “lobbies”. “Al optar por no comprar herbicidas químicos, ahorramos dinero, con lo que pudimos crear empleo local”, dice, desafiando el argumento de que el desyerbe químico más rentable que el manual.
Otro ejemplo es el de Mouans-Sartoux, la primera ciudad de Francia en introducir alimentos orgánicos en los comedores de la ciudad. “Fue en 1999, en el momento de la vaca loca”, cuenta en el documental, Gilles Pérole, teniente de alcalde. Era necesario luchar, pero la ciudad es hoy uno de los líderes en la transición hacia la cultura orgánica.
“Este documental muestra que los políticos de todas las tendencias políticas pueden tomar decisiones reales para proteger de forma concreta la salud de sus conciudadanos y su entorno independientemente del tamaño de su municipio”, resume Sophie Bordères, gerente de proyectos de Alternativas a los pesticidas de la organización Generaciones Futuras.
Un tema tanto más relevante cuanto que el gobierno presentó el 31 de enero en el Consejo de Ministros su proyecto de ley de los Estados Generales de Alimentación. En particular, esta ley trata de introducir, en 2022, el 50% de los productos orgánicos o locales en la restauración colectiva.
La película se estrenó en toda Francia el 31 de enero.
Fuente: agorarsc