Durante un mes, una serie de familias españolas han llevado a cabo un proyecto que se inscribe dentro de una tendencia Residuo cero, un intento de poner en práctica hábitos que reduzcan la huella ecológica sobre el planeta. La impulsora de la experiencia ha sido Rezero-Fundación para la Prevención de Residuos.
“La experiencia ha servido para comprobar qué dificultades o facilidades hay a la hora de reducir los residuos domésticos”, dice Rosa García, su directora. Los participantes asumieron diez retos para aplicar estas prácticas. Todos confiesan que tras este aprendizaje han cambiado sus hábitos y que ahora conocen los trucos para que sus casas dejen de ser plantas de gestión de basura.
“Todos sintieron sorpresa y casi horror al ver las fotos comparativas en que se muestran los desechos que producían antes del experimento y después de él”, dice Anna Peña, coordinadora de la campaña.
Daniel Palou, Cecília Caralt y su bebé decidieron participar en la experiencia ante las grandes cantidades de residuos que generaban. Llenaban bolsas y bolsas de basura. Gastaban entre 28 y 30 pañales a la semana, y también les preocupaba la ingente cantidad de plásticos que producían.
“Ahora, ya vemos que reciclar no es todo. Eso es solo es un primer paso para lograr reducir los residuos”, explica Daniel Palou. Tras el intenso mes, la principal conclusión es que “reducir el volumen de residuos no es difícil, ni supone mayores problemas económicos ni pérdida de tiempo”, dice Palou. “La clave es organización e información”.
El resultado es que no utilizan ningún envase plástico. Compran el vino y la leche a granel, y apenas compran zumos, pues los hacen en casa.
¿Y estos hábitos hacen la compra más cara?
“Puedes ahorrar dinero si te haces el yogur o el pastel en casa. Normalmente, la fruta y verdura envasada es más barata, pero a veces no sabes de dónde viene, ni es tan sabrosa como si la compras en una tienda de frutas o verduras de proximidad, donde te la venden sin embalaje”, dice. ¿Y cómo resolvisteis el dilema de los pañales?. “La mitad los compro reutilizables, son más caros, pero a la larga sales ganando”, razona.
Un decálogo, otro estilo de vida
Fuente: Ambientum