ISO, la Organización Internacional de Normalización, acaba de hacer público su esperado estudio anual ISO Survey, el cual refleja el número de certificaciones por países en los referenciales más seguidos. Las organizaciones españolas han renovado destacadas posiciones.
La certificación es una herramienta de impulso de la competitividad cuando se realiza sobre documentos solventes y reconocidos; como es el Modelo EFQM de Calidad y Excelencia o las normas de organismos de normalización, sean internacionales, europeos o locales.
¿Por qué se certifican las empresas españolas? Aenor creó el mercado de la certificación en España en un momento en el que las empresas de ámbito nacional necesitaban superar una imagen que no se ajustaba a su capacidad. A lo largo del tiempo se ha producido un avance progresivo, tanto es así, que el último Barómetro de la imagen de España del Real Instituto Elcano concluye que nuestro país obtiene la nota global más alta (un 7,1) desde la realización del estudio en 2012.
Una certificación concedida por una entidad ampliamente reconocida es un verdadero pasaporte que facilita el acceso a mercados exteriores a internos. Además, en ocasiones es una condición, como en un creciente número de concursos públicos o para ser proveedor de cada vez más empresas.
Por otra parte, un abordaje serio a un proceso que desemboque en la obtención de una certificación lleva a la mejora de los procesos de la organización que se trate, por ejemplo, eliminando actividades redundantes que suponen coste en tiempo y directamente monetario. La certificación periódica lleva a que estas mejoras se mantengan.
Centrándonos en los datos del ISO Survey, la norma ISO 9001:2015 de Sistema de Gestión de la Calidad cuenta con 34.438 certificados, España es el séptimo país del mundo y el cuarto de Europa. En el mismo ámbito de la calidad, en España hay actualmente 432 Sellos de Excelencia Europea conforme al Modelo EFQM, lo que sitúa a España a la cabeza de Europa.
Respecto a la norma ISO 14001:2015 de Sistema de Gestión Ambiental, las empresas españolas son las quintas del mundo y terceras de Europa, con 13.717 certificados en 2016.
La evolución de la certificación siempre ha sido coherente con la de las necesidades de las organizaciones; por ello, se dirigen principalmente hacia propuestas cada vez más especializadas y sectoriales.
Aquí encontramos por ejemplo la certificación del Sistema de Gestión de la Energía según ISO 50001, donde España es el octavo país del mundo; o ISO 27001 de Sistema de Gestión de la Seguridad de la Información, con la novena posición.
En resumen, España ocupa una brillante posición dentro de un campo cuya aplicación es voluntaria. La calidad debe impulsarse como un signo distintivo, porque responde a una realidad actual fruto del esfuerzo de miles de empresas y de las organizaciones sectoriales que las agrupan en España.
Fuente: cinco días