Recientemente la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha elaborado un informe en el que hace una llamada de atención acerca de la peligrosidad de las sustancias químicas que presentan los alimentos que consumimos habitualmente. Estas sustancias son los pesticidas, comúnmente utilizados en los sistemas de producción agrícolas convencionales.
Los pesticidas se aplican a las plantaciones con el fin de combatir plagas, enfermedades y malezas pero tienen consecuencias negativas, demostradas a día de hoy, sobre los ecosistemas, el medio ambiente y nuestra propia salud como consumidores. Además se consideran en ocasiones poco rentables a largo plazo para los productores ya que las plagas desarrollan resistencias y esto hace que haya que invertir en el uso de pesticidas más potentes que no tienen por qué ser eficaces.
Nos encontramos expuestos sin darnos cuenta a este tipo de sustancias a través de la alimentación, el aire, el agua e incluso con los residuos generados a partir de su uso y la ONU ya nos está advirtiendo... Su postura es inamovible, un NO rotundo a los pesticidas.
Según expertos de la organización los pesticidas son una causa mortal ya que ocasionan unas 200 mil muertes al año por su ingesta a través de la alimentación. Es necesario buscar una alternativa para la alimentación a nivel mundial ya que el panorama de la producción convencional es incierto...
¿Hay alguna solución? ¿Cuál es?
La única solución viable a los problemas ocasionados por los pesticidas es minimizar su uso y esto se puede lograr a través de la AGRICULTURA ORGÁNICA, un sistema de producción que se basa en procesos ecológicos, en la conservación de la biodiversidad y uso responsable de los recursos naturales. Aprovechando los procesos naturales del ecosistema y manteniendo y mejorando la fertilidad de la tierra a través de prácticas orgánicas se consigue producir alimentos prácticamente libre de contaminantes: los productos orgánicos.
¿Cómo detectar los productos orgánicos en los puntos de venta?
Basta con leer bien el etiquetado, buscar el sello orgánico oficial y observar que en el producto figura el país de origen.
Con el fin de evitar adquirir productos fraudulentos, con denominaciones que inducen a confusión o con información errónea debemos detectar en los productos orgánicos, entre otros, los siguientes sellos oficiales:
Si encontramos estos sellos plasmados en el envase de los alimentos o productos que adquirimos podemos estar completamente seguros de que se han producido minimizando el uso de pesticidas y gestionando de forma responsable el bienestar de los animales, el cuidado del medioambiente y el uso de recursos naturales.
Somos lo que comemos, nuestra alimentación debería ser nuestra prioridad. Di no a los pesticidas… ¡Apuesta por los productos orgánicos!
Beatriz Sollet Bravo
Técnica del Área de Seguridad e Inocuidad Alimentaria del Departamento de Operaciones
INTEDYA Internacional