Los resultados del plan de control oficial coordinado de la UE acerca de residuos de plaguicidas en los alimentos correspondientes al 2015 se acaban de hacer públicos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Según dichos resultados una amplia mayoría de los alimentos sometidos a análisis (más del 97%) cumplían con los Límites Máximos de Residuos (LMR) fijados por la legislación alimentaria europea y por lo tanto eran seguros para los consumidores. A su vez más del 53% de las muestras no contenían residuos en una cantidad cuantificable.
Los Estados Miembros de la UE junto con Noruega e Islandia llevaron a cabo en 2015 planes específicos de control de residuos de plaguicidas en los alimentos para verificar el cumplimiento de los límites establecidos en el Reglamento (UE) Nº 396/2005 y así garantizar la comercialización de alimentos inocuos para los consumidores europeos. Cada plan de control de residuos está compuesto por un programa específico para cada país y otro común a toda la UE, lo cual permite realizar un análisis general de la situación y evaluar las tendencias.
En 2015 se tomaron 84.341 muestras de alimentos, incluyendo alimentos infantiles, productos ecológicos y productos de importación, que fueron analizados para buscar hasta 774 pesticidas distintos. La EFSA confirma con sus análisis que el riesgo para los consumidores por la posible presencia de plaguicidas en los alimentos continúa siendo bajo, al igual que en los últimos años.
Menos del 3% de las muestras analizadas por la EFSA incumplieron el límite fijado. Aquellas muestras que proceden de la agricultura ecológica (99,3% libres de residuos) así como los alimentos infantiles (96,5%) fueron los que menor presencia de residuos demostraron. En el lado contrario, los alimentos importados desde fuera de la UE presentaron una tasa de incumplimiento algo superior a los producidos en los países europeos (5,6% frente a 1,7%). Destaca principalmente la baja presencia de residuos en productos procesados como los productos de origen animal y el aceite de oliva.
En el informe recientemente publicado, EFSA también realiza una evaluación de la exposición a estos residuos por parte de los consumidores europeos a través de la dieta, tanto a corto (toxicidad aguda) como a largo plazo (toxicidad crónica). Este análisis se basa en los resultados obtenidos ese año y se aplica un enfoque conservador, es decir, del peor caso posible (tiende a sobre-estimar el riesgo).
Finalmente, se hacen recomendaciones para mejorar el control alimentario en el futuro. En todos los casos, se descarta un riesgo para el consumidor y se afirma que el riesgo de sufrir consecuencias para la salud poblacional por estos residuos de plaguicidas contenidos en los alimentos es bajo.
Para interpretar los resultados concretamente se debe tener en cuenta que la presencia de residuos de plaguicidas en alimentos no implica necesariamente un problema de seguridad alimentaria. Los LMR no son considerados por la UE como límites toxicológicos sino que se basan en las buenas prácticas agrícolas con el menor uso posible del producto fitosanitario.
Tanto la EFSA como los Estados miembros de la UE siguen trabajando en el desarrollo de metodología de evaluación aplicable en aquellos casos en los que se encuentran residuos de más de una sustancia activa diferente, situación que se ha detectado en un 28% durante las muestras tomadas en 2015.
Para más información puede consultarse el informe completo de la EFSA en la siguiente dirección de Internet: http://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pub/4791
Fuente: AECOSAN