La Comisión de Alto Nivel Anticorrupción, ha publicado que de las 59.693 condenas impuestas en el 2013, 1548 han sido por delitos de corrupción, de este total se han cometido o están relacionados con el delito de soborno 426, dentro de ellos vemos el cohecho activo, aprovechamiento indebido, cohecho pasivo, concusión, tráfico de influencias, cohecho pasivo impropio, corrupción de auxiliares jurisdiccionales, corrupción activa de funcionario, corrupción pasiva, enriquecimiento ilícito, corrupción activa de abogado. Lamentablemente, ya tenemos a un expresidente purgando condena y veremos el inicio de un nuevo proceso penal en contra de otro exmandatario por comisión de este tipo de delitos contra la administración pública. La respuesta del ejecutivo al publicar el paquete de 112 decretos supremos, en los que se promueve la lucha contra de las formas de corrupción en el Perú, agravando las penas para quienes incurran en delitos contra la función pública.
El soborno no es un tema de interés exclusivamente nacional en Perú. En 2009, en la cumbre mundial G20 realizada en Londres, como parte de la agenda del 2030 para el desarrollo sostenible, los miembros de dicho organismo determinaron la importancia de que en los próximos 13 años se establezcan acciones suficientes para la disminución de toda forma de soborno. Frente a esta realidad, el 15 de octubre de 2016, la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés), luego de que por tres años en los que se realizaron cinco reuniones los expertos de 44 países y 16 representantes de organizaciones internacionales, publicó y puso a disposición de las organizaciones públicas y privadas la “ISO 37001”.
La Norma ISO 37001:2016 de Sistemas de Gestión Anti-soborno se anuncia no como la solución absoluta e inmediata, pero sí un estándar de identificación, evaluación, control, disminución de riesgos y sobre todo como la alternativa para realizar el cambio en la dirección de las organizaciones peruanas. Se verá reflejada en el momento en que entendamos que la alta dirección, los órganos de gobierno, colaboradores y proveedores como socios de negocio, participarán de la implementación de un sistema de gestión para el control de los riesgos de soborno, bajo la batuta del responsable de la función de cumplimiento anti-soborno.
Es importante resaltar que sería un claro mensaje a la ciudadanía, el cambio en la política, objetivos organizacionales en la ética de la función pública del Poder Judicial, la Policía y el Congreso de la República, quienes de acuerdo al último ranking de percepción de las instituciones más corruptas en el Perú (ocupan los tres primeros lugares), al momento en que estas inicien el camino a la certificación en esta ISO 37001.
ISO 37001 ya camina entre nosotros, por lo que destacamos el inicio de proyectos en este sentido en el Ministerio de Energía y Minas del Perú, la Municipalidad Distrital de La Molina y en organizaciones privadas como 6G Contratista SAC, organizaciones que buscan atacar de frente el mal manejo de los recursos y apuntan a que la calidad de los productos y servicios que ofrecen sea mayor y su precio no se vea afectado por los altos costos del soborno.
Una organización que ostente dentro de sus reconocimientos el haber recibido la “Certificación ISO 37001”, dará el mensaje que cuenta con un sistema de gestión de cumplimiento especializado en la lucha contra el crimen al interior en todos sus niveles. Sin embargo, debemos dejar en claro, que la tarea no acaba ahí, por el contrario, esta organización a través del responsable de la función del sistema de gestión anti-soborno debe trabajar, luego de alcanzar dicha certificación, en un plan de mejora y lo más importante del mantenimiento en el tiempo de su sistema de gestión anti-soborno para así promover la confianza institucional dentro de las organizaciones peruanas.
La solución no es sencilla ni de corto plazo, sin embargo, Perú es uno de los países que muestra claras intenciones de presentarle batalla a unos de las mayores enfermedades de la sociedad y de la economía moderna, la aprobación del Decreto Legislativo 1352 así como el interés de multitud de organizaciones hacia la norma internacional ISO 37001 son una buena prueba de ello, estamos en la dirección adecuada.
Iván Casana
Consultor en Compliance
INTEDYA Perú