Es necesario que tanto las autoridades urbanas públicas, como privadas, desarrollen una gestión coordinada de los recursos materiales, medioambientales y humanos para lograr una ciudad “inteligente” en la que sus habitantes tengan sus necesidades cubiertas de la forma más eficaz y sostenible. Uno de los mayores problemas a la hora de aumentar la eficacia y ahorrar en costes, es que muchos de los servicios urbanos están distribuidos entre varios proveedores, como por ejemplo, en el suministro eléctrico, los servicios de calefacción y alumbrado se distribuyen entre varios sistemas de gestión energética que son independientes entre sí.
La Unión Europea ha financiado un proyecto, BESOS, cuyo propósito es solventar la falta de coordinación entre las distintas partes mediante la utilización de un sistema de gestión avanzado e integrado. El sistema en cuestión se ha diseñado para dar acceso a las ciudades a herramientas que apoyen las decisiones en temas de infraestructuras públicas y del mismo modo, ofrecer a la población un acceso a la información más detallada en la que poder basar la toma de decisiones.
La propuesta de BESOS permite conectar distintas tecnologías informáticas de gestión para que compartan información en una «Plataforma de servicios energéticos confiable y abierta» (Open Trustworthy Energy Service Platform, OTESP). La OTESP sirve de centro de información para las distintas partes interesadas en el ámbito energético.
En un ensayo, realizado en Barcelona y Lisboa, que contó con acceso a varias infraestructuras públicas, como alumbrado público, edificios públicos y de viviendas, sistemas de microgeneración fotovoltaica, aerogeneradores, calefacciones inteligentes, sistemas de cogeneración, puntos de carga de vehículos eléctricos y sistemas de movilidad, se calculó que las ciudades implicadas recuperarían su inversión, en términos de costes y beneficios, en un periodo de cuatro a cinco años, siendo la reducción de costes del orden del 30 %. Los ensayos piloto lograron mejorar los objetivos de reducción de emisiones de CO2 del 20 % (20,65 % en Barcelona y 23,91 % en Lisboa), generando así una mejora notable de la calidad de vida para los ciudadanos. Además, si se tiene en cuenta la dependencia de las fuentes de energía, la creación de una herramienta de información para las autoridades públicas con la que gestionar y controlar mejor la electricidad ayudará a estabilizar los presupuestos de los ciudadanos y de los proveedores de servicios.
El sistema de BESOS es de acceso abierto y está disponible tanto para partes interesadas (empresas de servicios energéticos y autoridades públicas), como para usuarios particulares. Así, además de aumentar la eficacia del servicio, ayuda a consumidores y ciudadanos a tomar decisiones que reduzcan sus costes y aumenten tanto la eficiencia energética como la sostenibilidad en términos generales. De hecho, se espera que esta mayor capacidad de decisión adquirida por el consumidor sirva de inspiración a los emprendedores digitales para generar nuevas oportunidades empresariales.
La tecnología está diseñada para integrarse en dispositivos de gestión energética de distinta complejidad y por tanto los resultados del proyecto presentan un potencial elevado de transferencia y ampliación a otras capitales de todo el mundo, sin importar su tamaño o ubicación.
Fuente: Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo