Bueno, “otro día en la oficina”, otro día pensando en cómo sensibilizar un poco más sobre la importancia REAL que tiene un asunto sobre el que TODOS, de una forma una u otra, hemos sido y/o somos y/o seremos testigos, cómplices, conocedores, victimas o verdugos y que, sin embargo, seguimos tratando con cierto pudor vergonzoso como si fuera algo totalmente ajeno a nosotros.
Resulta que en un estudio reciente se afirma que más del 60 % de los directivos de empresas “reconocen” (el estudio no habla de los que no lo reconocen) haber vivido situaciones de soborno. Según estudios FMI y otros similares, las situaciones de soborno y corrupción nos cuestan entre el 2 y 3 % del PIB MUNDIAL, la nada desdeñable cifra de más de 2.500 miles de millones de Euros. Las cifras pueden sonar “frías” pero si pensamos que, con una cantidad aproximadamente equivalente, y también según diferentes estudios, se podría erradicar la POBREZA EN EL MUNDO…la cosa ya parece que se pone un poco más seria.
El titular de este artículo parecería un ataque directo a la figura del “FUNCIONARIO PÚBLICO”, que está claro es la “diana más fácil” en todo este asunto, justo pretendo lo contrario, reafirmar el concepto de que esto es un problema de TODOS, de empresas privadas, pequeñas, medianas y grandes, de multinacionales y de pymes, de organizaciones gubernamentales y claro, por supuesto también de funcionarios públicos.
Es fundamental entender que hablamos de personas, de seres humanos, y de la INEVITABLE tentación insertada en nuestro código genético humano (mis excusas para quien no lo sea) sobre la RIQUEZA FACIL Y RÁPIDA, si esto no fuera así seguramente no tendrían tanto éxito otras cuestiones como las apuestas deportivas o las diferentes loterías y sorteos similares, ¿quién no ha soñado con levantarse un día de buena mañana y ver su cuenta llena de decenas de millones de dólares? (¿tú no? ¿qué triste no?).
ISO 37001 en su apartado 8.7 trata directamente lo relacionado con Regalos, hospitalidad, donaciones y otros beneficios similares, lo cual es un estupendo manual de como “convertir nuestros sueños en realidad”.
Recapitulemos y pongamos algunos ejemplos, ¿usted sería capaz de rechazar cosas como esta?
Una Beca para su hijo en una prestigiosa Universidad
Esa invitación a una “Convención” en un lujoso hotel de 5 Estrellas (o de 6) en la cual, por supuesto, para que no se sienta solo también se le obsequia con otro pasaje para un acompañante.
¿Y si le invito a almorzar “tan solo para conversar tranquilamente” en el mejor restaurante de la ciudad?
No se preocupe, su esposo/a tendrá un maravilloso puesto directivo en una buena empresa con una muy buena retribución y todo tipo de beneficios.
Una “pequeña” muestra de hospitalidad, un Apple iWatch (mis disculpas a Apple), PERO, por supuesto, con el anagrama de la compañía grabado (que se vea que es un detalle de hospitalidad sin importancia…)
Esta sí que no se puede rechazar…Y es que nos han “sobrado” un par de entradas para ver la final de la Champions League que, si le apetece, se las damos.
Nada fuera de lo habitual, un pequeño obsequio navideño para felicitar las fiestas y, por supuesto, sin ningún tipo de interés, consistente en un baúl con Champagne francés (mis disculpas al cava catalán), caviar, jamón 5 jotas y algún que otra vianda para amenizar un poco más esas entrañables fiestas.
¿Y tú? ¿Qué opinas? Este tipo de situaciones las consideras como potencialmente generadoras de SOBORNOS o no. A ver, no sé tú, pero si alguien quiere enviarme una invitación de LINKEDIN y, para asegurarse mi aceptación y aprecio personal, le quiere agregar en el mensaje de solicitud de contacto, alguna de éstas propuestas, PROMETO NO ENFADARME. Y es que…es difícil no agarrarle un poco más de cariño y afecto a alguien que te agasaja con tan desinteresados obsequios de amistad.
ISO 37001, requiere a las organizaciones, en su compromiso real con la transparencia y la lucha contra las situaciones de soborno, establecer políticas claras, definidas y correctamente comunicadas, así como establecer controles e indicadores para supervisar su efectivo cumplimiento, en todo lo relacionado con este tipo de cuestiones relacionadas con “el exceso de amistad”.
El primer problema a la hora de tratar esto de forma directa con CUALQUIER TIPO de organización (al menos a mí me ha ocurrido) estriba en que, por supuesto, “NADIE HACE ESTAS COSAS”. En mi humilde opinión, para empezar a solucionar este GRAVE PROBLEMA de nuestra sociedad, necesitamos entender al menos tres cuestiones básicas,
1ºDebemos empezar a hablar de todo esto sin rubor, sin vergüenza, dejando de negar que no existe, empezar a “sacar la basura de debajo de la alfombra” y establecer un diálogo público maduro y responsable, por cierto, sin perder de vista la “presunción de inocencia”.
2º Entender que es un problema insertado en nuestro código genético, somos lo que somos…. Pero, sin embargo, hemos sido capaces de evolucionar algo y entender que, por ejemplo, resolver los problemas mediante la violencia, no es aceptable para una construcción social apetecible, y este tipo de avances también atacan frontalmente a cuestiones insertadas en lo más profundo de nuestro cerebro evolucionado a lo largo de millones de años.
3º No es un problema de funcionarios, políticos o multinacionales, de colores o géneros, es un problema de personas, pero debemos resolverlo como sociedad, una sociedad que ha sido capaz de autorregularse en beneficio común en un montón de cuestiones y que, si se empeña, también puede lograrlo con este problema.
ISO 37001 es una buena oportunidad AL MENOS para que el problema del soborno y la corrupción se ponga encima de la mesa, empezar a RESPONSABILIZAR a las organizaciones y no a las personas (luchamos contra millones de años de evolución) de liderar el cambio, y de paso, poner en valor a aquellas organizaciones que asumen COMPROMISOS REALES hacia la lucha contra este mal, al igual que lo hacemos con aquellas que lo hacen con el respeto al medio ambiente, o a los derechos sociales. ISO 37001 parece un GRAN MOTIVO para reconocer, apreciar y premiar a aquellas organizaciones que inicien la lucha contra un problema que, no lo olvide, está mutilando nuestras capacidades como sociedad.
Iván Martínez López
Directivo – INTEDYA Internacional
www.intedya.com